Este ensayo constituye una exposición y defensa del modelo de la “educación liberal” como herramienta de producción de conocimiento, expresión de sentidos y construcción de ciudadanía en el horizonte de la formación universitaria en nuestro medio. Proponemos introducir este modelo en el contexto del debate entre la universidad humanista y el formato de la universidad-empresa. La premisa de nuestro enfoque es que una lectura meramente mercantilista de la educación universitaria distorsiona su condición y objetivos fundamentales; a saber, el cuidado de la investigación y la forja de una ciudadanía democrática. Una genuina formación superior de inspiración humanista exige la incorporación del cuidado de la filosofía y las humanidades como un factor decisivo para la adquisición y el ejercicio de capacidades, habilidades y excelencias que son esenciales para el desarrollo del saber y de la agencia pública.