El presente ensayo pretende orientar y dar a conocer a los noveles docentes, acerca del mal humor del padre que no solo afecta el estado de ánimo en el hogar, sino que también puede tener consecuencias serias en el desarrollo emocional y cognitivo de los hijos. Es fundamental que los docentes sean conscientes de este impacto social hacia los niños y así orienten a los padres para que tomen medidas para manejar sus emociones de manera saludable y construir relaciones positivas con sus hijos. Por consiguiente, es importante recordar que el maestro no debe asumir el rol de terapeuta o resolver los problemas familiares por sí solo. Su función principal es actuar como un protector del niño, brindándole un espacio seguro y de apoyo, y trabajando en conjunto con los padres para buscar soluciones que beneficien el bienestar del niño.